El «home office» y los efectos en el cuerpo

La mala postura en el trabajo ya es un tema serio y ahora con el trabajo a distancia están incrementando los efectos negativos en las personas porque no cuentan con espacios idóneos para trabajar durante horas en la sala o el comedor de sus casas.

Para Nelson Gutiérrez Bogotá, experto en seguridad laboral, en México las malas posiciones en el trabajo ya provoca que el 80 por ciento de la población presente problemas de dolores de espalda y con ello aumenta el ausentismo laboral y gastos de compensación que deben cubrir las empresas por seguridad social.

Luego de seis meses de tener que realizar labores profesionales a distancia, «las enfermedades de músculos y huesos se han disparado provocando fatiga ocular, dolores en brazos, cuellos y hombros, así como dolor en la zona lumbar, entre otros», dijo el experto de la firma SafeStart.

Para reducir el cansancio y los efectos negativos en músculos y huesos por trabajar en casa sin contar con un espacio diseñado para esto, Nelson Gutiérrez sugirió adaptar un espacio en el domicilio para que sea lo más parecido a su espacio de trabajo en oficina.

“En la mayoría de las ocasiones una silla o mesa de la casa no es la correcta para trabajar”, dijo, por eso es necesario «configurar una estación de trabajo» donde el cuerpo pueda tener una posición  neutral, que consiste en colocar las manos, muñecas y antebrazos rectos, en línea paralelos al piso.

El experto agrega que la cabeza debe estar nivelada, orientada hacia adelante  y equilibrada. «Generalmente está en línea con el torso, mientras que los hombros deben estar relajados, los pies colocados en el piso o usar un reposapiés, si la altura o escritorio no es ajustable».

«Entre los hábitos o prácticas relacionadas a la ergonomía se encuentra, cambiar la posición de trabajo regularmente. Hay que usar la herramienta correcta, así como realizar intervalos regulares de estiramiento para reducir el estrés”.

Gutiérrez Bogotá dijo que las malas posturas a la hora de trabajar en casa no sólo provocan daños al sistema músculo-esqueletico, sino que comienzan a afectar otros órganos y funciones.

“Si un adolescente observa su celular de dos a cuatro horas por día, con su cabeza inclinada, puede incrementarse hasta 136 kilogramos de esfuerzo repetitivo durante sus años en la enseñanza media”.

Dijo que la cabeza de un adulto promedio pesa entre 4.5 y 5.4 kilos, pero si inclina su cabeza hacia adelante 30 grados, pesará 18.1 kilos; si continua inclinado su cabeza 60 grados, esta pesará 27.2 kilos, lo cual empezará a dañar su espalda, sin olvidar los efectos del exceso de luz en la vista.

Nelson Gutiérrez recomienda a las personas concentrarse en el estado (o cantidad de repeticiones) para no cometer un error crítico; analizar dolor o molestia leve (para prevenir sufrimiento de lesiones por esfuerzo repetitivo); observar otros patrones que aumentan el riesgo de lesiones de esfuerzo repetitivo; y trabajar con hábitos, mejores prácticas relacionadas a la ergonomía.

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