Seis modelos de periodismo en México ¿Cuál ética quiere el presidente?
El presidente Andrés Manuel López Obrador etiqueta negativamente–un día sí y otro también– a medios y periodistas que critican la gestión de su gobierno.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador etiqueta negativamente–un día sí y otro también– a medios y periodistas que critican la gestión de su gobierno.
Aquella caracterización que hizo entonces Pescador Osuna, el doctor en Economía especializado en Administración de Educación Superior del envenenamiento en las relaciones políticas parece vigente y ahora ya permeó a la mayor parte del periodismo, pero con menos impacto en la sociedad.
El presidente de México recupera confianza, lo mismo que sus instituciones soporte.
Cada día parece que el presidente confirma que las fuerzas armadas son su institución predilecta.
Primero fue la «Derecha», pero ahora Morena deberá enfrentar otro frente amplio opositor, pero formado con personalidades de la izquierda… y uno que otro empresario.
Todo indica que es hora de revisar también las formas de realizar los géneros de opinión y análisis.
El error táctico, por falta de matices y prospectiva, desconoce también que son poco visibles las personas con elaboración intelectual y ascendencia social que apoyen las aspiraciones del líder de la Cuarta Transformación de México y cuenten con capacidad y foros suficientes (más estables que las redes sociales) para debatir con intelectuales que sí son adversarios reales.
A más de una persona nos arrancó una sonrisa la frase final que usó el Presidente al responder a los 30 personajes de la academia y la intelectualidad: “Sólo faltaría decir: el rey va desnudo”.
Atención colegas del periodismo político pongamos más atención a las izquierdas bien definidas. En junio han incrementado sus actividades. Tendremos que reflejar el azoró que causarán las de corte socialista que siguen sumándose a un movimiento coordinado y que a partir de este domingo 28 de junio comienzan a realizar acciones públicas, pero, contra la lógica común, no son de apoyo incondicional al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Los enojos del presidente se explican en que lo atosigan tres presiones en estos días: mayor pesimismo social por la pandemia, la formación de un gran movimiento opositor y porque su modelo de comunicación política no ha podido atraer a medios convencionales de prensa.