Desde el inicio de la pandemia por la Covid-19, el gobierno municipal de Toluca prefirió retirar el Sistema de Bicicleta Pública “Huizi”, antes que contar con una movilidad sostenible y a sabiendas que es un vehículo que contribuye mantener el distanciamiento social, reclamaron colectivos ciclistas del Valle de Toluca.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de la bicicleta para promover la actividad física, evitar la propagación del virus SARS-CoV-2 al cumplir con las normas de sana distancia y contribuir a la sostenibilidad de las ciudades.

Esta recomendación fue acatada por Monterrey, Guadalajara, Puebla y Ciudad de México priorizaron el uso de la bicicleta por tratarse de un vehículo con menor riesgo de contagios y cero emisiones contaminantes pero ignorada por Toluca, aun cuando se trata de la ciudad más contaminada del país.

En junio de 2019, el secretario del Ayuntamiento, Ricardo Moreno, aseguró que el sistema Huizi sería reactivado para este año, sin embargo, con motivo de la pandemia las bicicletas fueron retiradas de las 26 estaciones que lo integran.

Su reactivación estaba en proceso y se impulsaba un protocolo para la limpieza y desinfección de cada bici después de su uso, pero en cuanto la pandemia pasó a fase tres, se perdió la comunicación que teníamos con Margarita Romo Ortega, directora de la Dirección de Medio Ambiente”, dijo Elesbaán Campos, integrante del colectivo cicilista Rueda Metepec.

Huizi, indicó Carlos Mendieta representante de la Fundación Tláloc, debe estar considerada en el gobierno estatal quien debe contar con un presupuesto para su adecuado funcionamiento.

Que pueda replicarse en otros municipios de la entidad»

Antecedentes

El Sistema de Bicicleta Huizi se puso en marcha en 2015, a finales de la administración de Martha Hilda González Calderón y como parte del proyecto Ecozona, en la cual se instalaron 26 estaciones. Su inversión según la ex alcaldesa priista, ascendió a 35 millones de pesos. El servicio de Huizi se limitó a la adquisición de una membresía cuyo costo inicial fue de 300 pesos anuales.

Para noviembre de 2016, la administración de Fernando  Zamora anunció un adeudo de 12 millones de pesos a la empresa canadiense PBSC Urban Solutions, por la operación de estaciones y unidades. En 2017, la firma decidió retirar el uso de software.

A partir de ahí  y aunque su operación se reactivó no se la ha dado una adecuada difusión para impulsar su uso como tampoco el mantenimiento adecuado a la infraestructura.

Ciclovías emergentes

Para mantener aforos seguros, este día organizaciones civiles entregaron a la Secretaría de Movilidad del Estado de México una propuesta para crear ciclovías emergentes en el Valle de Toluca.

Se trata de 145 kilómetros de infraestructura; 55 kilómetros en Toluca, 20 kilómetros en Lerma, 20 kilómetros en San Mateo Atenco y 50 kilómetros en Metepec.

Durante años los colectivos impulsores de este proyecto han planteado sin éxito la necesidad de infraestructura cicilista, comentó Diana Bobadilla, miembro de la organización Movilidad para Todos, quien agregó que está vez esperan tener respuesta inmediata de las autoridades.

La propuesta respaldada por al menos 399 ciudadanos, busca que las ciclovías cumplan con la conectividad a centros comerciales, educativos, de salud, instituciones públicas y privadas, así como a zonas habitacionales.

Uno de los objetivos es desincentivar el uso del automóvil; tiene que ser una política que permee en el Valle de Toluca, el Oriente del Estado de México y se complemente con el gobierno de la Ciudad de México, particularmente apuntalar este activo que ya tiene Toluca que es Huizi», comentó Carlos Mendieta, representante de la Fundación Tláloc.