También conocida como estomatología forense, es el estudio de la dentadura y todo lo que conlleva la identificación de la misma. Haciendo una retrospectiva histórica, se tiene registro que en el año 66 de la era común, la primera identificación de una dentadura fue la de Lolia Paulina una noble romana, que fue mandada asesinar por Agripina, madre de Nerón, pidiendo le trajeran su cabeza como prueba de su muerte. Al recibirla estaba irreconocible y desfigurada, pero gracias a su particular dentadura Agripina la identificó y quedó satisfecha con la encomienda.
En el transcurrir de los años la humanidad ha sufrido numerosos desastres y las autoridades han utilizado diversos procesos para poder identificar restos humanos, buscaban lograrlo a través de la dentadura, no fue hasta la mitad del siglo XX que dos odontólogos forenses (Welty y Glasgow) desarrollaron una técnica de identificación, donde se podían almacenar los registros dentales a través de tarjetas y una computadora las analizaba.
Esta técnica forense fue utilizada exitosamente tras los atentados a las torres del World Trade Center de Estados Unidos en 2001, pues las piezas dentales fueron de lo poco que se pudo recuperar de las víctimas.
Generalmente los dentistas manejan expedientes de sus pacientes, teniendo registro de cada uno de los trabajos realizados y diversas radiografías dentales las cuales han sido de mucha ayuda cuando se requieren en una investigación.
Este tipo de huellas han sido encontradas en piel humana o alimentos, uno de los señalamientos que hace el experto es definir si la mordedura encontrada en alguna escena o cuerpo fue realizada por un ser humano o animal en conjunto de otras más.
Los avances de la odontología forense han permitido incursionar en otros aspectos, por ejemplo, en casos donde en el cuerpo de la víctima, quedaron huellas de mordeduras que el asesino dejó grabadas. Éstas son recopiladas y analizadas, gracias a la morfología de los dientes, en muchas ocasiones ofrecerán una imagen que puede ser identificada y relacionada con un posible sospechoso, la superposición radiológica en conjunto con otras técnicas arrojaran datos que en una pericia será de suma importancia, cabe señalar que el análisis debe ser llevado a cabo por especialistas con una sólida formación en el área para evitar señalamientos erróneos.
El estudio de la dentadura puede ofrecer información importante de cada individuo, como por ejemplo: edad (por la estructura de los dientes y su desgaste), sexo (la pulpa dental puede ofrecer el ADN y perfil XX o XY, resultado de la prueba de reacción en cadena de la polimerasa PCR) y tipo de población, como los rasgos morfológicos.
También permiten identificar características dentales individuales, como anomalías de forma, hábitos alimenticios, cultura, por el uso de los dientes como herramienta, joyas dentales, estrés o tallado bélico o religioso, sin olvidar patologías específicas, como alteraciones del esmalte, enfermedades periodontal y pulpar.
La odontología forense debe ofrecer un examen adecuado de la evidencia dental, su análisis será de gran valor para conocer más sobre los restos que se estudian y como un elemento probatorio para la justicia, contribuyendo para la resolución de un conflicto legal.