El 65 por ciento de la población mexicana de 15 a 21 años expresó su interés por emprender un negocio y esta cifra aumenta cada año ante la falta de empleos, según el sondeo Young Business Talents,  dio a conocer  la coordinadora general de Posible México, Guadalupe Itzel Villa Salinas, en la Universidad Autónoma del Estado de México.

Al participar en las actividades en línea del XIX Concurso del Universitario Emprendedor de la Autónoma mexiquense,  la ponente detalló que actualmente la matrícula estudiantil universitaria en México es de 4.5 millones y se estima que 65 por ciento de los empleos que tendrán aún no existen, por lo que el emprendimiento es un espacio sumamente importante para la innovación en la materia.

En la conferencista magistral consideró que en la actualidad no se requiere una educación costosa, privilegios o influencias para generar un plan de negocios.

En cambio, dijo, es importante que los jóvenes que desean iniciar una empresa consideren los cambios del mercado y la transformación de los hábitos de consumo y encuentren en la tecnología una herramienta que potencia el crecimiento empresarial, pues se pueden encontrar oportunidades para diferenciarse de otros negocios y crecer.

La coordinadora general de Posible México -cuyo programa ofrece las herramientas, contactos y recursos necesarios para impulsar el emprendimiento innovador en México- subrayó que es importante conocer los componentes que integran el ecosistema emprendedor.

Afirmó que entre dichos componentes destacan los programas de apoyo del gobierno, los financiadores que pueden contribuir al crecimiento del negocio, la academia que oferta programas educativos sobre emprendimiento, los medios de comunicación que pueden impulsar la imagen de la empresa, la infraestructura de apoyo y formación y el sector privado que impulsa emprendimientos.

Guadalupe Itzel Villa Salinas destacó los tipos de emprendimiento como el social, para resolver problemáticas de la sociedad o ambientales; el colectivo, que se basa en la figura de cooperativa donde se genera un producto de forma colegiada, y el de alto impacto, emprendimiento que tiene un componente innovador al crear una nueva tecnología o atendiendo un problema de forma diferente.