A pesar de los avances en materia de equidad de género, la elección de jueces y magistrados en el Estado de México sigue mostrando brechas de representación. La lista final de aspirantes, publicada por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), refleja que en algunos cargos las mujeres han logrado mayor presencia, mientras que en otros continúan en desventaja.

Los datos muestran que, aunque hay una participación importante de mujeres en la elección de Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial, siguen siendo minoría en las magistraturas del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México (TSJEM). En el caso de juezas y jueces, la diferencia entre ambos géneros es mínima.

Disparidad en las candidaturas

El análisis de la lista oficial del IEEM muestra la siguiente distribución de aspirantes por género:

Estos datos muestran que, aunque las mujeres superan a los hombres en las candidaturas del Tribunal de Disciplina Judicial, en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México la representación femenina sigue siendo significativamente menor, con solo una aspirante frente a dos hombres.

Un Poder Judicial con predominancia masculina

El Poder Judicial del Estado de México ha estado históricamente dominado por hombres en los cargos de mayor jerarquía. En 2021, el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México estaba compuesto por 35 magistraturas, de las cuales 23 eran ocupadas por hombres y 12 por mujeres, lo que representaba un 61.9 por ciento de varones y 38.1 por ciento de mujeres.

En términos generales, el Poder Judicial cuenta con una plantilla amplia de impartidores de justicia. De acuerdo con declaraciones del entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México , Ricardo Sodi Cuéllar, en noviembre de 2023 había 476 jueces y magistrados en funciones en el Estado de México.

Si bien en los últimos años se han promovido medidas de paridad, la integración del Poder Judicial sigue reflejando una brecha en la ocupación de espacios de decisión.

Riesgos e implicaciones de la baja participación femenina

Para Ana Yeli Pérez Garrido, asesora jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), la falta de mujeres en la judicatura tiene un impacto directo en el acceso a la justicia con perspectiva de género y refuerza la desigualdad en la toma de decisiones judiciales.

Estos espacios han sido históricamente dominados por hombres, y las mujeres han tenido que enfrentar múltiples barreras para acceder a ellos. Si no se garantiza la paridad en los procesos de selección, el impacto en la justicia para las mujeres será negativo, ya que las sentencias sin perspectiva de género perpetúan la impunidad y la revictimización”, afirmó.

Uno de los principales riesgos de un Poder Judicial predominantemente masculino es la falta de aplicación de la perspectiva de género en los fallos judiciales.

Pérez Garrido explicó que, si bien la paridad no es una garantía automática, sí aumenta la probabilidad de que las sentencias sean más justas y sensibles a la realidad de las mujeres.

Un proceso de selección cuestionado

Pérez Garrido también advirtió que la baja presencia femenina podría ser resultado de un proceso de selección que no promovió activamente el registro equitativo de candidatas.

Si no se garantizó desde el principio que las mujeres pudieran acceder en igualdad de condiciones a este proceso, ya hay una falla de origen. No basta con decir que hubo una convocatoria abierta, hay que revisar si realmente se generaron condiciones para garantizar la paridad”, explicó.

Otro punto clave es que los espacios de poder siguen concentrados en los mismos grupos. “Si quienes deciden son los mismos actores de siempre, mayoritariamente hombres, las mujeres seguirán en desventaja. No se trata solo de cuántas mujeres logran registrarse, sino quiénes las evalúan y con qué criterios”, enfatizó.

Además, la especialista criticó la falta de transparencia y participación ciudadana en el proceso. “El problema no es solo la cantidad de mujeres que participan, sino cómo se toman las decisiones y qué tan incluyente es el proceso de selección”, dijo.

Acciones urgentes para garantizar la equidad

Para la especialista, es urgente revisar el proceso de selección y detectar los errores que han impedido una participación equitativa. Algunas acciones clave serían:

• Evaluar si realmente se promovió el registro equitativo de mujeres y hombres.
• Revisar los criterios de evaluación para evitar que los mismos grupos de poder sigan dominando las decisiones.
• Exigir mayor transparencia y participación ciudadana en la selección de jueces y magistrados.
• Fortalecer los mecanismos normativos para garantizar la paridad en futuras elecciones judiciales.

Finalmente, Pérez Garrido concluyó que la falta de mujeres en estos espacios no es solo un problema de participación política, sino una muestra de cómo persisten las estructuras de desigualdad en el sistema de justicia.

Si queremos un Poder Judicial equitativo y justo, necesitamos garantizar que las mujeres tengan un papel central en la toma de decisiones”, puntualizó.