“Somos culpables”, tuvieron que decir luego de horas de tortura
Casi ocho meses han pasado desde que asesinaron a Sinar Corzo Esquinca, defensor de derechos humanos, en calles de su natal Arriaga, Chiapas. Ocho personas han sido vinculadas a proceso, incluyendo a quien en enero de este año era el presidente Municipal de aquella localidad y ahora las acusaciones parecen diluirse porque los abogados de la defensa han documentado que los presuntos autores intelectuales y materiales del crimen fueron torturados para confesarse culpables.