Desde su primera irrupción en Teotihuacán, Estado de México, hasta su más reciente incursión en Tulum, Quintana Roo, el Instituto Nacional de Antropología no ha recibo los beneficios de los espectáculos de luz y sonido que se han instalado en las zonas arqueológicas más importantes del país.

Por el contrario, los recursos que se han generado por millones de visitantes a estos espectáculos se han quedado en manos de otras instancias y especialmente en la empresa que ha brindado este tipo de shows, que es Cocolab.

En julio de 2013, la Secretaría de Fomento Turístico del Estado de Yucatán, por ejemplo, firmó un contrato por el consorcio integrado por las empresas ISEM del Sureste, S.A. de C.V., Poink Technologies S.A. de C.V. y Nerd Light & Media S.A. de C.V firma propietaria de la marca Cocolab, por un monto de 49 millones 27 mil 217.44 pesos, que terminaron siendo poco más de 68 millones de pesos en total por supuestos “gastos adicionales” que argumentaron los proveedores.

Este contrato fue para instalar equipos de luz y sonido en la zona arqueológica de Chichen Itzá para espectáculos nocturnos, de los cuáles sólo la Secretaría de Fomento Turístico del gobierno yucateco recibe los beneficios, pues no se entrega un sólo centavo al INAH ni el contrato incluye un pago al Instituto para mantenimiento del patrimonio.

Por este espectáculo de luz y sonido en Chichen Itzá que lleva seis años realizándose, el Gobierno de Yucatán estaría ganando unos 600 millones de pesos al año, de los cuáles no reporta ninguno al INAH.

En el caso de Tulum, el Ayuntamiento que encabeza Víctor Mas Tah, solicitó recursos al Congreso del Estado para pagar la contratación de un espectáculo de luz y sonido en la zona arqueológica de este municipio, sin que hasta el momento el propio gobierno municipal haya recibido las ganancias por concepto del pago de entradas para el espectáculo.

Hasta ahora el presidente municipal solicitó autorización al INAH para la instalación del espectáculo, pero no ha informado si cuenta ya con un contrato con Nerd Light & Media S.A. de C.V o Cocolab y si cuenta también recursos para llevar a cabo este proyecto que se discute este mismo jueves.

Aunque los espectáculos se realizan por la noche, el Sindicato de Trabajadores del INAH no ha informado si su personal adscrito recibe algún tipo de pago compensatorio por laborar fuera de su jornada normal o si el mantenimiento y la seguridad de las instalaciones y zonas históricas recaen en personal ajeno al Instituto.

Cocolab es una empresa especializada en este tipo de espectáculos y entre otros ha realizado shows de videomapping en la zona arqueológica de Edzná, Campeche, Cholula, Puebla; Valle de Bravo, Estado de México y en Oaxaca, Oaxaca, y ha sido responsable de la iluminación de conciertos de diferentes artistas.

En Tulum y nuevamente en los pasillos del Gobierno de Yucatán, César Moheno se ha presentado como asesor de Cocolab, pero durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa se desempeñó como secretario Técnico del INAH.