A pesar que los hinchas son volubles, existen ciertas características que los pueden definir como de un tipo u otro. También existen perfiles mixtos, mezclas de estas características, que se pueden identificar claramente.
Los fanáticos o hinchas: Son aquellos que viven el fútbol, béisbol, fútbol americano, Fórmula 1, etc, como algo sagrado en su vida ya que forma parte indispensable en la misma.
Hecho lo anterior, veamos en cuantos tipos de fanáticos se ubican. He aquí nuestra lista:
1.- El racional
Son aquellos que basan su fanatismos en el conocimiento puro, en la memoria, en las biografías, en las estadísticas. Son fanáticos de los álbumes, realizan sus propias listas de mejores jugadores, jugadas, faltas, tablas de posiciones, los que saben diseñar hacen infografías, las comparten y discuten con sus pares, etc.
Hacen su proyecciones en tablas Excell y arman quinielas. Aman ver los partidos en un entorno erudito, si no es posible tener a alguien con quien debatir o compartir en esos términos, prefieren ver los partidos sólos.
Se apoya con: álbumes, libros, paquetes turísticos a estadios del mundo, sistemas de apuestas, video juegos (FIFA) pero actualizado, etc.
2.- El emocional
Son fieles a su equipo y su selección nacional. Pasan de los gritos al silencio, de la risa a la euforia, callan a la gente, se paran frente al televisor y caminan como directores técnicos, son los reyes de las lisuras, saltan de sus sillas. Son los más destructivos, no hay partidos donde no se rompa un vaso.
Pasan de estados de sufrimiento y preocupación absoluta al de alegría y felicidad plena en menos de un segundo. Al finalizar el partido terminan tan agotados como el que más corrió en la cancha.
Se apoya con: Restaurante temático, uniformes, tenis y cualquier cosa con el logo de sus equipos o las fotos de sus estrellas, promociones aludiendo a la camiseta, etc.
3.- El social
Son los más entusiastas, se les hincha el corazón sólo de saber que ofrecerán su casa y su cocina para convertirse en el organizador del mejor momento del día. No se duermen hasta saber qué carne comprar, cuántas cervezas y botellas de tequila o wiskey, siempre se ofrece a pagar y luego ya ve cómo cobrar.
Le gusta el ruido, la sensación que su aporte le hace mejor al grupo. Es capaz de sacar de su bodega el futbolito y, si está descompuesto, compra uno nuevo.
Si se trata de la final, contrata meseros y descorcha sus mejores vinos. Los sociales son tipos desprendidos, hacen parrillada mirando la tele, que la trajeron a la terraza para no perderse ningún momento que merezca un comentario o un brindis.
Se apoyan con: parrillas, carnes, vinos, cervezas, pantallas planas, carbón y todo aquello que sirva para unir al grupo, incluso una camioneta tipo minivan para llegar a los amigos al partido.
4.- El comentarista
Se reúne en grupo, saben mucho del deporte en cuestión, comentan el partido completo, se interrumpen mutuamente, lográndose mimetizar con los comentarios de la transmisión.
Es común que traigan a colación jugadas y anécdotas de otros partidos. Este fanático jamás se prestará para servir una cerveza o preparar el guacamole.
Se apoya con: Tablet con estadísticas actualizadas, suscripción a SKY o cualquier sistema de televisión de paga, promoción que incluya un momento con un comentarista deportivo, etc.
5.- El impulsivo
Sabe mucho, pero sobre todo de los equipos de su preferencia. No acepta ningún tipo de agresión a su equipo, normalmente lleva la camiseta puesta, tamborilea con sus pies el suelo, golpea la mesa cada vez que algo no le parece, discute y se pelea con la gente de la mesa del lado o se abraza con sus compañeros de turno, puede ver los partidos sólo. Grita, salta, celebra, comenta en vivo y en redes sociales.
Se apoya con: Ofertas de último minuto con pasaje y estadía para ver la final, del televisor cuyo precio no se volverá a repetir, etc.
6.- El fiestero
Antes del partido ya tiene unos tragos encima y después de él debe regresar en taxi o con chofer de reemplazo. Se divierte y no encuentra motivo para sufrir. En el medio tiempo asa la carne, pide pizzas o sale a comprar pollo.
Es experto en brindis y lo hace por mil motivos. Su pareja le sigue el juego. Al final del partido abraza a sus amigos y les propone hacer negocios. Muchas veces va a la «tiendita de la esquina» para comprar chelas porque la noche recién comienza.
Esperamos que esta pequeña radiografía les haya servido, y si tienen más «tipos de fanáticos» no duden en compartirlos con nosotros.