Durante los primeros siete meses de 2024, el 91 por ciento de las mujeres que se comunicaron a la Red Nacional de Refugios A.C.,  reportaron haber sufrido violencia familiar. Esta cifra subraya la prevalencia de la violencia doméstica en el país.

El número de mujeres, niñas y niños que ingresaron a refugios en el mismo período aumentó un 75.6 por ciento, alcanzando un total de 8 mil 088 familias.

De las mujeres atendidas, el 84 por ciento reportó haber vivido violencia física y el 53 por cierto violencia sexual. Los estados con mayor demanda de atención en los refugios fueron Aguascalientes, Ciudad de México, Morelos, Chihuahua, Coahuila, Oaxaca y el Estado de México.

Refugios como espacios de apoyo Integral

Los refugios de la RNR han atendido de manera gratuita a 6 mil 843 mujeres, niñas y niños a través de sus 77 espacios de protección.

Estos centros ofrecen atención psicológica, acompañamiento legal con perspectiva de género, trabajo social, atención médica, apoyo en emprendimiento y acceso a la educación.

Acompañamiento vía digital

La Red Nacional de Refugios ha implementado canales de atención telefónica y digital para brindar apoyo a las mujeres sin que corran riesgos adicionales.

En 2024, la red brindó orientación feminista a Un mil 117 personas y realizó 9 rescates de mujeres junto a sus hijas e hijos. El 40 por ciento de las llamadas y mensajes recibidos fueron de mujeres víctimas de violencia, mientras que el 16 por cierto provinieron de redes de apoyo.

El hogar: un espacio de riesgo

Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en el Hogar (ENDIREH) 2021, el 39.9 por ciento de las mujeres en México han experimentado violencia de pareja y el 10.3 por cierto ha sufrido violencia por parte de familiares.

A pesar de existir órdenes de protección, su implementación presenta deficiencias que no siempre garantizan la seguridad de las mujeres.

En algunos casos, las mujeres que buscan refugio reportaron que el 10 por ciento de sus agresores tienen vínculos con el narcotráfico, el 67 por ciento con adicciones, y el 13 por ciento con sectores militares o políticos.

Del total de agresores con vínculos militares o políticos, el 49 por ciento usa armas.