En agosto de 2020, la NFL anunció que iniciaría una investigación tras las acusaciones por abuso sexual y abuso verbal contra mujeres por parte de algunos directivos de Washington Football Team.
Lo anterior, como consecuencia de la historia publicada en julio de este año por The Washington Post que da testimonio de 15 mujeres, ex empleadas de la organización, quienes denunciaron maltrato y conductas sexuales inapropiadas.
Tras este reporte, varios miembros de la organización dimitieron o fueron despedidos.
La historia de abuso no solo abarcó a las trabajadoras, sino también a varias periodistas quienes sufrieron acoso sexual por parte de Alex Santos, ex director de personal profesional, mientras cubrían al equipo. A eso, se sumaron las quejas de los reporteros sobre el maltrato. Sin embargo, el equipo lo despidió después de la publicación de The Post.
Aunque en ese momento el propietario del equipo, Dan Snyder, no estuvo directamente implicado por conducta sexual, varias fuentes lo señalan como cómplice de fomentar un entorno tóxico para las mujeres.
Y no pasó mucho tiempo para que eso cambiara. En agosto, el diario publicó que Snyder le propuso a una porrista del equipo encontrarse con un viejo amigo en una suite de hotel. Y ahora, en diciembre, se publica un nuevo documento que lo señala directamente.
Además, también lo relacionan con solicitar y aprobar videos donde se mostraban los senos de las porristas de forma lasciva.
Según The Post, en los registros judiciales presentados como parte de una disputa en curso entre los propietarios del equipo, los socios comerciales hicieron referencia a una acusación sexual ocurrida en 2009.
De acuerdo con el diario, el equipo le pagó a una ex empleada 1.6 millones de dólares como parte de un acuerdo confidencial alcanzado después de que una mujer acusó a Snyder de conducta sexual inapropiada durante un vuelo en su avión privado.
Y es que a la par de estas acusaciones, también hay conflicto por la propiedad del equipo. Los accionistas minoritarios del equipo han presionado para que Snyder venda. Pero al no llegar a un acuerdo, han considerado poner a la venta su parte por 900 millones de dólares y acusan a Snyder de bloquear este movimiento.
Con las acusaciones de acoso sexual y abuso verbal, el dueño del equipo se comprometió a «reformar la cultura laboral» dentro del equipo. Pero ahora que es señalado directamente, no solo será presionado para separarse del equipo que compró en 1999, sino enfrentar más cargos.
Por ahora, la NFL mantiene su investigación independiente. Ojalá que pronto se informe sobre los resultados.
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